Las formas y la conciencia humana
Javier
e-mail: peregrino@ctv.es
web: http://piramidal.tripod.com
Las formas de los grandes cuerpos astronómicos
están determinadas por el campo gravitatorio y el campo magnético que les
afectan. La translación de un cuerpo cósmico alrededor de otro de mayor
masa y la rotación sobre si mismo determina su forma.
Los seres vivos tienen formas
predeterminadas por su genoma que aparecen como respuestas a la armonía general
de toda la naturaleza. Cada ser vivo adopta una determinada forma en razón a
su particular papel dentro del ecosistema. Los colores que tienen, los sonidos
y olores que emiten los seres vivos están en concordancia con esta función.(
Igual que hay una armonía planetaria también hay otra natural quizá mucho más
sofisticada y compleja).
Las formas de los objetos artificiales que el
ser humano fabrica gracias a su inteligencia lógica responden al valor que
tienen como instrumentos que le sirven como una prolongación de sus sentidos.
Aprovechando la particular forma que la íntima estructura atómica (el giro
de los átomos sobre si mismos) confiere en cada caso a los diferentes
materiales el ser humano crea estas formas instrumentales que le dan tanto
poder sobre el medio ambiente.
Ahora bien, la conciencia humana tridimensionaliza
o espacializa todos los objetos que entran a formar parte de su campo de acción
(perdona por la expresión pues creo que no está acuñada ni matemática ni
lingüística). Da igual que sea una remota galaxia gracias al concurso de un
sofisticado telescopio, una diminuta macromolécula por medio de un
microscopio electrónico o una vaca gracias a la visualización convencional,
al fin y al cabo,cualquier cosa en cualquier caso es siempre percibida como
tridimensional (las imagenes virtuales se captan también tridimensionalmente
aunque el ser humano sea capaz de saber que en realidad no lo son).
Ahora bien ¿la forma que capta el ser
humano es la verdadera que el objeto,sea cual sea, tiene en si mismo? La
respuesta es negativa, el ser humano sólo puede captar con fiabilidad un
objeto en tanto en cuanto éste es tridimensional. Las demás dimensiones del
objeto son interpretadas por el cerebro humano como magnitudes y son incluidas
en la espacialidad como conceptos. Así el ser humano por ejemplo capta la
materia, el tiempo ,el movimiento, el magnetismo, la luz,etc.Esto queda bien
referido en la teoría
piramidal, ¿no crees?
En definitiva, el cerebro humano no crea
las formas pero sí interpreta como magnitudes las dimensiones
superiores dándolas un valor espacial que en si mismas no tienen y que
aparecen afectando formalmente al objeto observado.
Quizá podemos pensar que fuera del
concurso de la conciencia humana los cuerpos no tienen forma alguna ,yo
sinceramente creo que no es así, (caeríamos en el absurdo del solipsismo).La
forma existe independientemente de la observación pero la genuina forma
de lo observado, a partir de un cierto nivel dimensional, es siempre
interpretada. A partir de ahi podemos pensar que el ser humano participa
en la creación de las formas, quizá de la misma manera que un lector reescribe
un libro gracias a su lectura.(Hay mucho en las novelas que en realidad sólo
son cosas que imagina o crea el lector y no el escritor)
Javier
e-mail: peregrino@ctv.es
web: http://piramidal.tripod.com
https://elcaos.tripod.com/