Las mariposas revolotean por la administración pública

Cuantas veces no hemos visto a una mariposa batir sus alas, y deslumbrados por la hermosura de sus colores exclamado, “¡cuanta bellaza!” Tal vez lo hubiésemos pensado dos veces de haber sabido que “el simple movimiento de las alas de una mariposa hoy puede causar un cambio en el estado de la atmósfera. Después de cierto periodo de tiempo, lo que efectivamente ocurre no es lo que hubiera ocurrido. De esta forma, en el periodo de un mes, un tornado que debería formarse en la costa de Indonesia no se forma, o uno que no iba a formarse lo hace.”[1] Es decir, el batir de las alas de una mariposa en un continente puede causar un resultado caótico en otro.

 

Esto es conocido como el “efecto mariposa,” útil para describir la no linealidad, concepto clave en la teoría del caos. La no linealidad se refiere a la relación desproporcionada o exponencial que se puede dar entre variables relevantes en un sistema complejo o caótico. “En breve, un cambio pequeño en una variable puede producir efectos desproporcionados en variables sistemáticamente relacionadas con la variable que sufrió un cambio.”[2] Un cambio en un sistema complejo (como por ejemplo las organizaciones[3]), a menudo imperceptible en un principio, puede tener efectos amplificados, a medida que los resultados del cambio se multiplican.

 

El efecto mariposa puede ser aplicado tanto a fenómenos que ocurren en la atmósfera, como a problemas en las organizaciones o en la toma de decisiones sobre políticas públicas. La aceptación del efecto mariposa como una herramienta aplicable a la administración pública, ha sido expuesto tanto en la literatura sobre la teoría del caos y la complejidad, así como en obras sobre gerencia pública (Hollland, 1995[4] y Senege, 1990[5]).

 

Tanto Holland como Senge consideran que “identificar las ‘mariposas’ que producen cambios exponenciales es esencial para lograr políticas públicas y prácticas administrativas efectivas y altamente eficaces.”[6] Senge se refiere a esas “mariposas” como “palancas,”[7] mientras que Holland las denomina “puntos de apalancamiento.”

 

En sistemas complejos interconectados, pequeños cambios específicos pueden resultar en cambios mayores, en comparación con esfuerzos de cambio integrales o de gran amplitud que pueden afectar la capacidad de adaptación de una organización o de un sistema social.[8] Aplicar el efecto mariposa en las políticas públicas genera eficiencia, en la medida en que “el apalancamiento sigue el principio de economía de medios, debido a que se obtienen resultados mejores no de esfuerzos de cambio a gran escala, sino (y por el contrario) de acciones pequeñas y bien enfocadas”[9]

 

Es imprescindible entonces que los tomadores de decisiones aprecien el potencial de las mariposas (“palancas”) en los sistemas no lineales, como las organizaciones, o como los diversos efectos que pueden tener las políticas públicas sobre la sociedad. Resulta aún más importante aprender a jugar con las mariposas, de tal forma que batan sus alas apenas lo suficiente para obtener el resultado esperado. Es decir, conseguir la combinación justa de pequeños cambios que, bien enfocados, tengan el efecto deseado.

 

Sin embargo, se debe reconocer que aprender a manejar las mariposas no es sencillo. Se debe aceptar que en sistemas complejos no es fácil encontrar los puntos de apalancamiento adecuados. “En sistemas organizacionales complicados, donde interactúan múltiples variables, identificar el punto de apalancamiento optimo, requiere más que simplemente encontrar la variable dominante. Las mejores estrategias para cambios organizacionales pueden requerir la utilización de múltiples ‘palancas’, con la esperanza de que una, o varias, produzcan el resultado esperado”[10] Esta última limitación no implica que la teoría del caos no pueda ser aplicada a la administración pública, sencillamente demuestra que el proceso tendiente a aumentar la comprensión de la administración pública desde la teoría del caos aún está en evolución. De igual forma revela la complejidad del mundo de la administración pública, de las organizaciones como tal, y de los posibles efectos de las decisiones públicas sobre la sociedad.

 


[1] Traducción libre. Manuel Fontana Belenguer, Efecto Mariposa, BBS, Barcelona. [http://www.iponet.es/casinada]

[2] L. Douglas Kiel, “Embedding Chaotic Logic into Public Administration Thought: Requisites for the New Paradigm” en Public Administration and Management: An Ineractive Journal, vol. 4, No. 2, 1999, P.3

[3] Al respecto ver Gareth Morgan, Imágenes de la organización, Alfaomega,  México, 1991.

[4] Holland, John (1995). Hidden Order: How Adaptation Builds Complexity, Reading, MA: Addison-Wesley; en Ibid.

[5] Senge, Peter (1990). The Fifth Discipline: The Art and Practice of The Learning Organization. New York, NY: Doubleday; en Ibid.

[6] Ibid

[7] El término original es leverage. Es importante aclarar que no hacen referencia al uso de influencias para obtener favores políticos.

[8] Anna C. Goldoff, “Chaos Theory and Management” en Public Administration and Management: An Ineractive Journal, vol. 4, No. 2, 1999

[9] Kiel, op.cit. P. 5

[10] Ibid

Lucia Vargas  

Mayo 31 de 2000

 

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 Ver opinión de Alejandro Bonet.

Comentario sobre el artículo:

   Tal y como yo entiendo las cosas, el efecto mariposa no puede ser utilizado para controlar, ya que sus efectos son caóticos, impredecibles. Como tú dices, el estudio de la aplicación de la teoría del caos a la política todavía no esta muy avanzado. Por eso yo pienso que no estamos capacitados para utilizar el efecto mariposa para manipular. Pero es posible que dicho concepto nos pueda ayudar a COMPRENDER desde un nuevo punto de vista las cosas. Tal vez a partir de ahi, de estas modificaciones en el enfoque, nazcan nuevas ideas acerca de cómo actuar.

 

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